La tendencia “menos es más” entiende que la sostenibilidad a menudo tiene que ver con el pragmatismo y la simplicidad. Se centra en la mejora de la eficacia haciendo uso de una gama de productos reducida, pero con mayores prestaciones.
En esta categoría damos prioridad a menos ingredientes, pero más útiles. Algunos ejemplos son los ingredientes multifuncionales o los ingredientes que pueden aumentar la eficacia de los productos cosméticos permitiendo un uso reducido en las aplicaciones finales y mejorando la sostenibilidad gracias a un rendimiento optimizado del producto.